Cada día aparecen mayores pruebas del encubrimiento, no hicieron honor ni a sus camaradas.
El mayor Álvaro Julio Muñoz, galardonado la pasada semana con la “excelencia policial” por supuestamente haber capturado a Misael Nállar, principal acusado del asesinato de tres efectivos policiales, fue suspendido por el inspector de la Policía Boliviana, Augusto Ruso, tras encontrarse irregularidades en la aprehensión del acusado.
Junto a Muñoz, el capitán Rubén Aparicio también fue suspendido de sus funciones, éste último por presuntamente haber tenido contacto telefónico con Nállar el día que ocurrió el crimen.
«Estos han sido suspendidos de sus funciones y están esperando un nuevo destino o una nueva disposición respecto a lo que pueda acontecer con sus personas. Sin embargo, ya no están cumpliendo funciones, hay determinaciones que ha tomado el Alto Mando y la Dirección General Lucha Contra el Narcotráfico para suspender momentáneamente, por lo menos, de las funciones a estos dos funcionarios”, indicó Ruso.
La pasada semana, por los actos de celebración del 196 aniversario de la Policía Boliviana, Muñoz fue reconocido con el “Galardón a la excelencia policial” por supuestamente haber capturado a Nallar; sin embargo, el abogado del principal acusado, Franz Tamayo, aseguró que la aprehensión fue pactada porque su cliente decidió entregarse.
«No puedo declarar», dijo el mayor Muñoz tras ser consultado por los medios el día de su condecoración.
Tamayo solicitó a la Fiscalía convocar al policía Muñoz y secuestrar el celular del uniformado para constatar la versión de la parte acusada.
Sobre el capitán Rubén Aparicio, ese nombre fue el primero que saltó tras el triple asesinato de los policías en el municipio de Porongo, Santa Cruz; las primeras versiones indicaron que la gente de Nallar se comunicó con él para que “solucione” el problema.
Redacción Ver.bo
Fuente: Agencias
