“¿En mi lápida? Todavía no, espero que no, por mucho tiempo”, exclamó riendo Diego Armando Maradona. El mito ejerció de mago, no con el balón, sino con las palabras, que en esto también tenia buena (mano) izquierda. Respondía así a una pregunta de Matt Dickinson, que quería saber si había considerado cuál sería su epitafio, con qué frase le gustaría que le recordaran. Fue, quizás, su última entrevista en profundidad –realizada semanas antes de fallecer– y ahora aparece publicada en la edición, en inglés, de un libro colosal y de lujo, The Maradona Opus (Opus), del que se ha hecho una edición de 1.010 ejemplares numerados y firmados, uno por uno, por el malogrado astro argentino. Acompañan esta entrevista unas fotos que nunca antes se habían publicado.
Un volumen de 46×60 centímetros, con más de 250 páginas y casi trescientas fotos de Maradona, que repasan su vida, desde que era pequeño y jugaba en los campos embarrados de Villa Fiorito, el barrio de chabolas a las afueras de Buenos Aires donde nació y se crio, hasta que tocó el cielo, al ganar la Copa del Mundo (1986) y en su gesta con el Nápoles, cuya afición le venera como si fuera un dios. Y entre medio, una multitud de fotos plásticas driblando, celebrando títulos, siendo objeto de faltas, controlando el balón… en las que hace gala de sus cualidades. La mayoría, vistiendo la camiseta de la selección argentina, sobre todo, del Mundial del 86 que acabó ganando.
Los inicios no fueron los de una estrella, sino los de un futbolista humilde. En la foto, Maradona posa en un campo embarrado, en un reportaje para la revista ‘Olé’
El libro no se olvida de los años de declive futbolístico y dedica un capítulo a su fichaje por el Barça, que no fue como a él le hubiera gustado: “Mi paso por el Barcelona fue en todo desafortunado”, afirma el crack. El libro recuerda la terrible lesión provocada por una entrada asesina del defensa del Athletic Goikoetxea y en una frase destacada, Maradona defiende los conceptos futbolísticos de Menotti: “Con Menotti al timón ganamos una copa del Rey y una copa de La Liga, los dos torneos principales en el fútbol español. Este Barcelona del que formé parte, táctica y técnicamente fue muy diferente al primero. Muy diferente”.
Mi paso por el Barcelona fue en todo desafortunado
Cuidadosamente editado en papel de seda de alta calidad, se presenta en un estuche hecho a mano, cubierto de tela, con la imagen icónica del 10, llevado a hombros como un héroe del Coliseo mientras sostiene los 6,142 kilos (cinco de oro) de la copa del Mundo. En todo caso, menos pesada que este volumen, de 15 kilos, que se ofrece con unos guantes blancos para proteger las páginas mientras se lee. El precio también es para la ocasión: 1.500 euros.
Un Maradona niño dispara a puerta con Los Cebollitas, el equipo júnior de Argentinos Juniors. Ya tenía la portería en el punto de mira
Maradona se confiesa ante el entrevistador y maldice los tiempos en que quedó atrapado por el alcohol y las drogas. Explica que fueron sus hijas las que le ayudaron a escapar de su adicción: “Perdí muchos años de estar con mis hijas y no puedes comprar ese tiempo ni con todo el dinero del mundo”. Y eso le duele: “Si hay algo de lo que realmente me arrepiento en la vida, es de no haber experimentado con mis hijas lo que debí haber experimentado con ellas por culpa de mi enfermedad. Pero gracias al Señor ese momento ya ha llegado y hoy puedo disfrutar de mi tiempo con ellas”.
Si hay algo de lo que me arrepiento en la vida, es de no haber experimentado con mis hijas lo que debí experimentar con ellas por culpa de mi enfermedad
Cuando Dickinson le pregunta si habría alguna cosa que le pudiera hacer más feliz que aquel gol tramposo, aquella “mano de Dios” que clasificó a Argentina en los cuartos de final contra Inglaterra, en 1986, no lo duda: “Un beso de mi hija. No hay nada que me haga más feliz que eso. Ya no encuentro la felicidad en el campo, porque no tengo piernas y estoy demasiado obeso, así que ahora busco contentamiento espiritual, y lo consigo, con un beso de Dalma y Giannina”.
El 10, en diez frases
1 Jorge Valdano “Maradona es para Argentina, primero y ante todo, un Dios, una figura legendaria, y disfruta del mismo reconocimiento que Gardel, Evita y Che Guevara”.
2 Zico “El mejor de entre todos, sin duda. De mi generación, él era, simplemente, el mejor. Vi a Maradona hacer cosas que Dios mismo dudaría de si eran posibles”.
3 Michel Platini “Diego era capaz de cosas que nadie más podía hacer en un partido. Las cosas que podía hacer con un balón, él las podía hacer con una naranja”.
4 Jose Mourinho “Con la pelota pegada al pie, no podías saber dónde acababa y dónde empezaba el balón”.
5 Lobo Carrasco “Recuerdo la primeras sesiones de entrenamiento con él: el equipo estaba tan asombrado que parábamos y lo observábamos. Cada uno de nosotros pensaba para sí mismo que era un privilegiado por ser testigos de su genialidad”.
Diego Maradona en el partido que enfrentó a Argentina contra Bulgaria en el Mundial que ganó la albiceleste, en 1986
6 Ruud Gullit “El mejor jugador que ha habido nunca, ha sido mejor que Pelé. Le pude observar de cerca cuando jugó en Italia y cada semana estaba a un nivel distinto al de todos los demás. Algunas de las cosas que hizo fueron increíbles”.
7 Daniel Arcucci “Furia, ira y lucha contra la adversidad, todo ello es combustible para Maradona”.
8 Eric Cantona “Algunos dicen que Pelé fue el mejor jugador de todos los tiempos, pero no para mí. Maradona siempre será el más grande… La diferencia crucial con Pelé es que Maradona no estaba rodeado de grandes jugadores; tenía que cargar con el equipo él solo”.
9 Osvaldo Ardiles “Diego fue quizás ya el mejor jugador en el mundo en el 82, debido a la magia que desplegaba en el campo”
10 Lionel Messi “Aunque jugara un millón de años, nunca me acercaría a Maradona. Nunca, aunque, de todos modos, me gustaría. Es el más grande que nunca ha habido”.
De aquella vida de excesos, lamenta que le impidió tener continuidad para estar en la cima del Olimpo. “¡Qué gran jugador pude haber sido si me hubiera ocupado de mí mismo! ¡Si me hubiera cuidado, habría sido diez veces el jugador que fue Pelé! No habría habido comparación. ¡Habría tenido a Pelé en mi bolsillo si me hubiera cuidado!”.
Con la camiseta del Nápoles, busca la escuadra de la meta de la Juventus en 1987
El diálogo entre estos dos mitos del fútbol ya no es posible y por eso el volumen cuenta con un sentido y emocionado texto de despedida de O Rei, que reconoce sus virtudes futbolísticas: “Eras un genio que maravillaba al mundo. Un mago con el balón en los pies. Una auténtica leyenda. Pero por encima de todo eso, para mí siempre serás un gran amigo, con un corazón aún más grande. Hoy sé que el mundo sería mucho mejor si pudiéramos compararnos menos y empezáramos a admirarnos más. Pero quiero decirte que tú eres incomparable”. Pelé le lanza este mensaje: “Un día, en el cielo, jugaremos juntos en el mismo equipo. Y será la primera vez que levante mi puño al aire en el terreno de juego sin celebrar un gol. Será porque finalmente podré abrazarte de nuevo”.
Soy el hijo del potrero, vengo de las calles. Mi popularidad nunca disminuirá porque vengo de la gente, yo soy uno de ellos
El volumen está salpicado de frases pronunciadas en algún momento por Maradona, que siempre fue consciente de que su fútbol, y lo que le ocurría fuera de él, era algo que trascendía la cancha: “Soy el hijo del potrero, vengo de las calles. Mi popularidad nunca disminuirá porque vengo de la gente, yo soy uno de ellos”. Frase que explica la esencia del perdón o de la comprensión generalizada en Argentina por las caídas del astro argentino en sus épocas de descontrol.
Maradona se divierte con el fotógrafo, en la sesión de fotos que nunca habían visto la luz para la entrevista de Matt Dickinson
Si tuviéramos que elegir alguna frase, más relacionada con sus habilidades en el campo y su forma de ver este deporte, quizás sería la siguiente, que resume de forma simple qué es el fútbol (valdría para otros deportes) y cuán difícil es llevarlo a la práctica: “El fútbol es el juego del engaño. Tú fintas yendo hacia allí, pero luego entras en la dirección opuesta, mientras tu oponente se va al otro lado”.
La portada del libro y los guantes para proteger las páginas
Un libro de peso
Cuidadosamente editado en papel de seda de alta calidad, Maradona Opus se presenta en un estuche hecho a mano, cubierto de tela, con la imagen icónica del 10, llevado a hombros mientras sostiene los 6,142 kilos (cinco de oro) de la copa del Mundo. En todo caso, menos pesada que este volumen, de 15 kilos, que se ofrece con unos guantes blancos para proteger las páginas mientras se lee. El precio también es para la ocasión: 1.500 euros.
Redacción Ver.bo
Fuente: LVD
