Pase lo que pase esta temporada, este partido quedará. El Madrid no podrá mirar ya a otro lado, y el Barcelona podrá agarrarse a él: volvió el ‘fúpbol’ sobre el césped rendido del Bernabéu. El ‘efecto Xavi’ existe, es un desodorante mágico en las axilas huesudas de Pedri.
El Barcelona salió de amarillo cuatribarrado con la cruyffada muy razonable de poner a Araújo donde Alves. El Madrid, de negro (irreconocible), con Valverde por Benzema. El vacío que dejaba el francés decidió no llenarlo. Se dejaba un espacio que sería ocupado de un modo extraño. En defensa, Kroos y Modric hacían la primera presión; en ataque, irrumpiría Valverde como un mongol por la estepa. Durante unos minutos esto pareció verosímil y realizable y el Madrid tuvo, movido por su natural impetu, un par de ocasiones.
Hubo un primer hito en el minuto diez, cuando Aubameyang obligó a lucirse a Courtois. Metió miedo con una jugada que tenía origen en la renovación del drama de Carvajal, esta vez ante Ferran. En ese momento del partido aun parecía que mandaban Dembelé y Vinicius estirando sus equipos al ataque, pero esa sensación fue sustituida por el inicio de un dominio sistemático del Barcelona, originado en la propia estructura de los equipos.
Con cuatro centrocampistas sobre tres del Barcelona, Ancelotti no solo no consiguió superioridad en la media, sino que provocó un galimatías. Cuando Kroos y Modric presionaban haciendo de Benzema, dejaban a su espalda un caos informe, y además se alejaban de la creación del juego, sobre todo Modric, que parecía un jugador sacado del juego, sacado de lo medular del juego. La ‘eliminación’ de Modric, genialidad táctica de Ancelotti, ahondaba en el problema de la salida de la pelota, que empezó a ser problemática e incluso muy problemática. Ante el desbarajuste, y sin brújula a la que mirar, el Madrid hizo lo que tantas veces, se puso en bloque bajo a ver mandar a Pedri. No podemos imaginar lo que provocará esto en los próximos días, pues el Barcelona es la única institución capaz de sobreponer su propaganda a la de la guerra y el gobierno.
El Madrid asumía una posición de inferioridad lastimosa e intolerable que con Mourinho hubiera sido declarada inconstitucional y hasta putiniana, pero que con Ancelotti se admite sin polémica.
Tras diez minutos de posesión continuada, el Barcelona marcó en un centro de Dembelé que Nacho miró y Aubameyang remató. Con Nacho, Carvajal, Marcelo y Lucas de laterales tampoco es que se pueda ir muy lejos.
Ancelotti había conseguido algo notable. Sin Benzema no había sido capaz de reconstruir algo digno de llamarse delantera, y además había desorganizado el centro del campo. Ancelotti ha fracasado en todos sus intentos de hacer algo distinto al 4-3-3 clásico de Zidane. El esqueleto del equipo es un año mayor.
El Madrid alcanzaba el caos entrevisto contra el PSG, del que fácilmente nos olvidamos, y Courtois salvaba otro gol de Aubameyang. A continuación, Vinicius se quedó solo ante Stegen, pero volvió a ser el Vinicius trastabillado y autoconsciente. Pudo empatar el Madrid, pero no lo hizo, y a continuación el Barça marcó en un córner que Araújo remató en soledad.
Hasta el descanso, el partido fue un dominio absoluto del Barça con el Madrid corriendo tras la pelota como un organismo sin voluntad ni recursos. Lamentable sensación de sumisión. Pasara la que pasara después, esa primera parte ya era inaceptable, una razón para tomar medidas.
Tras el descanso quedaba la posible ‘vía épica’ pero quedó descartada de inmediato con el gol de Ferran. Ancelotti había dejado al Madrid sin delantera y sin mediocampo (pese a tener cuatro centrocampistas) y entonces decidió completar su obra destrozando definitivamente la defensa. Salió del vestuario con una de tres que fue reducida al más puro caos con el gol de Ferran y el cuarto de Aubameyang, veloz uno, sutil el otro.
El Madrid no jugó, fue pastoreado sádicamente por el Barcelona como en los más duros (o dulces, según se mire) tiempos del guardiolismo. Era el partido soñado para la reconstrucción ‘identitaria’ del Barcelona alrededor de Xavi y La Idea, un regalo del Madrid que en sentido contrario jamás se hubiera producido.
Era más probable el quinto gol culé que el de la honrilla madridista, pero no había ira en el estadio, adormecido por el opio del florentinismo. La frustración solo puede dirigirse al arbitraje. Todo el mundo es impitable.
Courtois evitó males mayores. El Barcelona hizo el mejor partido posible. ‘El Modelo’ se ha alcanzado y Xavi debuta tomando el Bernabéu sin Messi. También se renueva la vieja y consoladora idea del ‘campeón moral’ (el viejo Barça), porque Ancelotti podrá ganar la Liga, pero ya ha ofrecido su cabeza con un partido intolerable.
Ficha de partido
Estadio: Santiago BernabéuReal Madrid
- 1Courtois
- 2Carvajal
- 3Éder Gabriel Militão
- 6Nacho
- 4Alaba
- 15Federico Valverde
- 20Vinicius Júnior
- 14Casemiro
- 8Kroos
- 10Modric
- 21Rodrygo Silva de Goes
FC Barcelona
- 1ter Stegen
- 4Ronald Araújo
- 18Jordi Alba
- 3Piqué
- 24Eric Garcia
- 5Busquets
- 21Frenkie de Jong
- 16Pedro González López
- 25Aubameyang
- 19Ferran Torres
- 7Dembelé
- Banquillo
- 5Jesús Vallejo
- 45Diego Piñeiro del Álamo
- 11Marco Asensio
- 24Mariano
- 7Hazard
- 19Dani Ceballos
- 22Isco
- 16Luka Jovic
- 13Andriy Lunin
- 25Eduardo Camavinga
- 12Marcelo
- 17Lucas Vázquez
- Banquillo
- 36Arnau Tenas
- 8Dani Alves
- 12Martin Braithwaite
- 6Ricard Puig Martí
- 17Luuk de Jong
- 30Pablo Martín Paez Gaviria
- 22Óscar Mingueza
- 13Neto
- 15Lenglet
- 14Nicolás González Iglesias
- 11Adama Traoré
- 9Memphis Depay
- Goles
- Goles
- Aubameyang 28′
- Ronald Araújo 37′
- Ferran Torres 46′
- Aubameyang 50′
Árbitro: Juan Martínez Munuera
Redacción Ver.bo
Fuente: ABC